Privatizar el socorro y el auxilio

No se trata exactamente de privatizar un servicio que, de hecho, el Estado no presta. Sino de sacarlo de la legislación. Y tampoco tiene que ver con la necesaria privatización de los bomberos y de los servicios médicos de urgencia. Aunque, el tema va un poco por ahí.

Hay distintas circunstancias en las que alguien puede ser necesitado para socorrer o auxiliar a alguien. Por ejemplo, se puede ver envuelto en un accidente. Parte voluntaria o involuntaria de él. Si es grave tiene la obligación moral de ayudar. En el caso de que no sea el culpable. Pero nada más. Si no es grave por las consecuencias ni por el lugar, la temperatura o la hora, no tiene ninguna obligación moral de hacerlo. Y eso claro, la obligación moral de cada uno va con uno mismo. Ahí los demás no entran. Ahí los demás no deciden.

Otra circunstancia es ver un accidente, incendio o cualquier otro tipo de catástrofe. No está obligado a ayudar y, mucho menos, a poner en riesgo su vida. Eso dependerá de su nivel moral. O de si para ayudar, socorrer o arriesgarse, toma como referencia los casos en los que lo hacen las mujeres.

Y mucho menos está obligado si la víctima es un enemigo declarado suyo. Pongamos por ejemplo, un izquierdista.

Pero eso se puede acabar con la iniciativa privada. Porque si bien podemos ayudar gratis al prójimo en eneeterminadas circunstancias, no lo haríamos con el amigo si no es cobrando. O ni siquiera cobrando.

Expliquemos una posible solución. Una aplicación de teléfono móvil. La puedes tener apagada o encendida, incluso cuando estás conectado a Internet. Aunque esté encendida puedes elegir estar activo o no. Aunque estés activo puedes elegir estar disponible o no. Disponible sólo para unas cosas o sólo para un tipo de personas. Filtros por ideología, sexo, religión, raza o equipo de fútbol. La aplicación tiene distintos tipos de tono y volumen del tono para cada caso distinto de solicitud de ayuda o socorro. Puedes poner en tu ficha o perfil, las condiciones o precios de tu ayuda, en caso de que no sea urgente y la persona que lo solicita lo pueda considerar. Una aplicación en la que también se ve en el mapa cada vez que haya una petición de auxilio, donde se ve la ubicación del teléfono solicitante y las personas disponibles en los alrededores y su ubicación. Aparece también si responde a esa página de solicitud de dentro de la aplicación, la disponibilidad y la decisión de ir. Por escrito o por voz.

Si es un caso grave o urgente también pueden recibir aviso, simultáneamente, otros servicios de ayuda privados. Por ejemplo, grúas, médicos, ambulancia o policía. Dejando un mensaje en la página de solicitud de ayuda de la aplicación del teléfono móvil, la gente que vaya a leer u oír la petición de auxilio podrá ver si su presencia es necesaria o no. O si hay otras personas que llegarán antes. La gente podría poner en su ficha o perfil que las peticiones que no sean graves o urgentes que sólo las hace cobrando. O cobrando los gastos de desplazamiento y molestias.Y si la otra persona acepta, perfecto.

Puede existir la opción de que sólo aparezcas como persona que cobras sólo cuando, por ejemplo, un izquierdista ve a tu ficha o perfil. Las peticiones de ayuda podrían ir dirigidas a personas concretas o con oficios determinados. A gente de todas las ideología o también a gente que cobra. Y sería una aplicación muy útil en zonas poco pobladas o despobladas.

También serviría de estadística para ver cuántos hombres y mujeres solicitan auxilio. Cuántos están apuntados en la aplicación. Cuántos están conectados. Cuántos hombres y mujeres están activos, cuántos hombres y mujeres están disponibles. Cuántos hombres y mujeres han realizado un servicio de socorro. De qué tipo y con qué resultado. Si es cobrando o sin cobrar. Y qué cantidad de media han cobrado los hombres y las mujeres por cada tipo de servicio.

No se tendría que obligar pero sí se podría compensar, pagar. Si esa circunstancia iría cubierta por el seguro privado de la persona necesitada, nadie tendría que preocuparse.

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