Rita la de las tetas

Rita la de las tetas

1. Rita Maestre difama a Libertad Digital en el Pleno del Ayuntamiento de Madrid
2. Rita, te has metido en un lío – Federico a las 7

Hoy es un día grande. Rita nos da la oportunidad de tener constancia del contorno de su cuerpo. En concreto de sus tetas. Ha elegido un conjunto sin mucho gusto. Pero es un intento aceptable. Y hay que celebrarlo. No solamente desde el punto de vista estético sino desde el punto de vista de visualizar el contorno de sus tetas. Desde el punto de vista estético habría que hacer una pequeña crítica. Y es que la parte de abajo no es muy expresiva en lo que se refiere al color. Y esto porque el nombre del color tal vez sea: quiero ser un color pero no sé cuál. O, no sé qué color soy. Quiero ser un color, soy un color pero no sé cuál. La parte de arriba, de un tono mucho más oscuro, hace un cierto juego con el color de tu pelo. Y eso está bien. Pero Rita, te vendría mejor alternarlo algunos días con tonos más alegres y femeninos. La elección, de todas maneras, ha sido buena. Al ponértelo por los laterales del pecho deja ver la profundidad y dimensión de tus tetas. Se ve que llevas un sujetador de los de tipo coraza que están muy de moda hoy en día. Esto es algo que tendrás que cambiar con el tiempo porque a ti te viene mejor un sujetador de quitar de un tirón. Un sujetador tipo asalta capillas. Algo que se quite rápido, del tirón. Un sujetador que exprese la forma de tus tetas. Un sujetador que se adapte totalmente a la forma de tus tetas. Pero esa acción revolucionaria del cambio de sujetador debería de ir acompañada de una acción que vaya más allá desde el punto de vista político. Tienes que ir sin sujetador y con una camiseta muy fina que deje ver bien claramente la forma de tus pezones. Con respecto al resto de tu cuerpo no se puede decir nada. Y no se puede decir nada porque sufres la opresión capitalista por parte de los periodistas que no lo sacan ni en fotos ni en televisión. Por lo tanto debe haber una iniciativa por tu parte en visualizar esa parte de tu cuerpo que la prensa quiere ocultar. La prensa y la Iglesia Católica.

En suma, que lo de tu cuerpo va bien. Va bien pero no porque tú hayas hecho algo especial. Porque ese cuerpo te tocó de nacimiento. Y, además, no has nacido en Bilbao y no has engordado comiendo porquerías. Entonces no has hecho nada por mantener ese cuerpo sugerente. Y eso es con lo que toca hoy con respecto a tu cuerpo.

Otra cosa es la política. Cuando te pones hablar es cuando la cagas. Claro, a ti te entra la risa. A cualquiera le entraría la risa. Y tú te dices que estás diciendo todas esas tonterías y que, encima, las sacan por la tele. Y dices, si yo he llegado hasta aquí, diciendo tonterías, dónde más se puede llegar. No eres la primera que has llegado ahí. No eres la primera que has llegado diciendo tonterías. Seguramente habrás oído hablar de Felipe González y Zapatero. Zapatero el gran intelectual.

Tienes que corregir algunas cosas para que parezca creíble. Está bien acompañar ese movimiento de manos y de brazos a tu discurso. Pero ese movimiento sensual y erótico, de por sí, no lo hace más creíble. Tampoco hace muy creíble que una chica tan fina como tú se ponga durita, tensa y frunza el ceño. Te queda muy mal ese gesto en la cara. Te hace parecer lo que no eres, una tía dura.

Rita, las mentiras y las tonterías que dices no te las crees ni tú. Aunque las vistas de que lo dice no sé quién. Y te tiembla la voz. Y es normal. Tú sabes lo que estás diciendo. Pero eso se puede arreglar. A ti lo que te hace falta es una figura masculina que refuerce las tonterías que dices. Que refuerce la idea de que las tonterías que dice una mujer están bien, simplemente, porque es una mujer. A ti te hace falta alguien que te dé seguridad y que te diga lo que vales. Alguien que te recuerde cada vez que digas una chorrada que está muy bien y que eres muy guapa. Porque el numerito de la capilla no ha dado mucho más de sí. Necesitas alguien que te lo recuerde a diario. Y que te lo recuerde nada más despertarte. Porque tienes que empezar el día con fuerza y con seguridad. Tienes que saber que tu capacidad asertiva y comunicativa no depende de nada más que de tu condición de mujer. Eres mujer y lo puedes todo. Lo que te hace falta es dormir con un hombre y no con un izquierdista. Lo que te hace falta es que te hagan una mujer. Te falta un poco de desarrollo emocional y completar tu vida sexual. Necesitas un hombre de verdad, en vez de un izquierdista, para sentirte de una vez como una mujer. Y así no tendrás que fingir más cuando eches un polvo. Conocerás un hombre que te hará saber lo que es un orgasmo. Y así podrás disfrutar. Como a ti te gusta. Un hombre que te agarre bien por detrás, que te agarre por las caderas. Y que te dé bien. Bien.

Por favor, Rita. Encuentra un hombre ya o pídelo. Te va a cambiar la vida. Lo necesitas de verdad.

Tienes que aprovechar tu posición y el hecho de que te saquen por televisión para conseguirlo. También puedes aprovechar tu posición social y lo televisiva que eres para ayudar a las mujeres a que lleguen a ser una mujer que rompe el techo de cristal y que triunfa en un mundo de hombres. Como tú. Tienes que explicar a las mujeres qué tienen que hacer en la vida para conseguir ser como tú. Una mujer que ha llegado a dónde ha llegado haciendo lo que de verdad parece ser que sólo saben hacer las mujeres para conseguir trabajo. Valerse de su cuerpo de mujer. Enseñar las tetas.

Rita. Desde que estás trabajando en el Ayuntamiento no has hecho nada revolucionario. No has hecho nada transgresor. Te has acomodado y estás viviendo del cuento a cuenta de dar discursos tontos. Tienes que hacer lo que de verdad sabes hacer, aprovechando el impacto mediático que tienen tus actos. Hay que seguir profanando. Tú imagínate, echando a todo el Pleno, echando a toda la gente del salón de plenos del Ayuntamiento y quedándote tú sola con un hombre de verdad. Sí, que echaras a todo el mundo, que hicieras valer tu poder. Y así se podría profanar tu cuerpo, en todos los sentidos y por todos los lados; y a la vez profanar el salón de plenos, la institución. Algo que a ti te gustará. Pero no estés pensando en violaciones. No tengas fantasías sexuales de ese tipo, de las que tenéis las izquierdistas. Eso con un hombre no ocurre. Eso es para los izquierdistas. Un hombre te dará un buen viaje y se te quitará la tontería de encima. Si todo ese rollo izquierdista y de niñata a la que no se han follado bien todavía y que está pidiendo guerra. Pidiendo guerra en el sitio equivocado, donde los izquierdistas. Te hace falta amor. Mucho amor, Rita. Alguien que te dé calor. Sí, calor.