Reproducción asistida. Soluciones.
En esta ocasión de que se trata es de dar dos soluciones a dos problemas que, aunque ya tienen una forma de evitarlos o de solucionarlos, no son los más deseables.
Se trata de estos dos:
1. La selección de sexo de los embriones.
2. La detección de enfermedades genéticas.
¿Para qué se hacen?
1. Porque se quiere un hijo con un determinado sexo o para evitar enfermedades hereditarias ligadas al sexo.
2. Para buscar la compatibilidad genética o para evitar que se pasen enfermedades hereditarias a la siguiente generación.
¿Cómo se solucionan o tratan hasta ahora?
1. En reproducción asistida se utiliza el diagnóstico genético preimplantacional (DGP). Se hace una vez obtenidos los embriones por un tratamiento de fecundación in vitro (FIV). Su fiabilidad es cercana al 100%. Y no es perfecta porque la célula que se extrae del embrión para saber su sexo, puede no ser representativa de lo que es el embrión. Lo cual puede ocurrir en un 1% o 3%.
También se puede utilizar el método del peso de los espermatozoides. Porque el peso de los de cromosomas X es distinto a los de cromosomas Y. Pero el tanto por ciento de acierto es mucho menor.
2. Con pruebas genéticas. Se hacen test que buscan, en las partes más probables de los genes o en el gen completo, un determinado número de enfermedades genéticas hereditarias. El inconveniente es el precio, si lo que se quiere es tener una fiabilidad casi total. Porque para eso habría que analizar el gen completo en donde suele estar esa enfermedad. Y si se hace con todas las posibles, el precio se dispara hasta lo imposible para el ciudadano medio.
Otra solución es posible.
Suplemente hay que adaptar herramientas que existen para estos dos casos. La solución es medir la frecuencia de lo que se quiere encontrar o de lo que se quiere evitar. Todo tiene una frecuencia, incluso las enfermedades.
1. Medir la frecuencia de los espermatozoides para saber si son X o Y. O en un caso posterior, medir la frecuencia del embrión. Si es de los espermatozoides se pueden poner los elegidos por tener el mismo cromosoma con el mismo ovocito. Y que sea el que tenga que ser.
2. Hacer un barrido de frecuencia para detectar todas las enfermedades en el ovocito/óvulo, espermatozoide o embrión. Óvulo porque podría ser el caso de que se analizara el óvulo dentro del útero y saber si ese tiene enfermedades descartables. Sí todo fuera bien podría, cuando se desarrolle la técnica, realizar la introducción del espermatozoide sin sacar el óvulo.
¿Qué se necesita para que sea posible?
Que teniendo la capacidad de detectar el sexo o las enfermedades, se pueda hacer sin afectar o “contaminar” al ovocito, espermatozoide o embrión. A una persona se le puede arrancar un pelo con la raíz o poner unas cintas de caucho alrededor de la muñeca. Pero a un espermatozoide no. Se los podría poner en un recipiente de cristal que esté encima de una placa metálica que conduzca la información hasta el aparato. Quizás incluso tengan una diferencia en microvoltios entre los X y los Y. Bueno, eso o algo del estilo que quien tenga los conocimientos técnicos para valorarlo o inventarlo puede decidirlo.
Ya existen aparatos, máquinas, programas, tecnología para detectar las frecuencias en las personas. Pero es importante no confundir su capacidad de análisis de frecuencia con su capacidad curativa. No tiene nada que ver. Uno es objetivo y lo otro relativo.
El primero de estos dos es el más completo y el que más se adaptaría a lo anteriormente expuesto. Se realiza en el instante y quien lo consulta lo ve directamente en una pantalla de ordenador. En el segundo caso, el inventor ha preferido mantener la herramienta de análisis en Alemania y que se le manden por internet los resultados de la lectura para después devolver un informe con gráficos de los resultados. En el primer caso puedes preguntar en el sitio web por si hay alguien que tenga uno en tu ciudad para hacerte una lectura de las frecuencias. Una vez no es (mucho) dinero.
1. Biorresonancia SCIO
2. Cell Wellbeing – Español
Cell Wellbeing – Engllish