Infiltrados (2)

Infiltrados (2)

 

Pero antes de nada, hablemos de lo que íbamos a hablar.

 

No hay  nada mas fácil que infiltrar a los idiotas del mundo. Previamente, hay que reunirlos en grupos y organizaciones. Reunirlos con un propósito, un objetivo, una idea, una ideología. Puedes hacer que en los grupos y organizaciones sólo queden uno de los dos tipos de idiotas: los ofensivos, los echados para delante, los malvados, los psicópatas. Y así te deshaces de los inofensivos. Para lo cual tienes que reunirlos en grupos y organizaciones con propósitos, objetivos, ideas e ideologías sólo aptas para psicópatas. A los idiotas que siguen eso grupos e ideas, tienes que darles más importancia de la que tienen.  Sobrevalorarlos y valorar positivamente sus ideas y sus acciones. Hacerles creer que son alguien, que son algo, que valen para algo y que su opinión tiene algún valor. Inflar su vanidad y sus delirios de grandeza. Explicarles y victimizarles por lo que no tienen o no han podido conseguir. Mostrarles el culpable o los culpables. Alimentar y avivar constantemente y sin pausa su odio, su rencor y sus deseos de venganza a los culpables, a quien defienda a esos culpables y a quien se oponga, rechace y luche contra las organizaciones o ideologías de los idiotas.

 

No hay nada más fácil que infiltrar y acabar controlando las organizaciones de izquierda. Sólo hay que alimentar el odio y la envidia de los izquierdistas. Decirles lo inteligentes que son y darles esperanzas. Toda la esperanza del mundo. Luego hay que mostrarles opciones y caminos. Y explicarles quién es evidentemente el único que puede llevarlos allí. Si hay oposición, se la neutraliza. Si hay una dirección en el grupo u organización, se descabeza el grupo o la organización. Y luego se pone en la dirección a los nuevos y prometedores visionarios.

 

También puedes hacerlo dentro de una ideología. Creas o controlas un partido político y neutralizas al resto. También consiguiendo objetivos políticos y sociales, que ya estaban previamente organizados para que los consiguiesen, tanto a nivel individual como colectivo. Incluso con todo el apoyo y cobertura de los medios de comunicación del Estado, ya sean estatales o privados. Porque no hay que olvidar una cosa: los idiotas son tan idiotas que les das una pésima idea y se vienen arriba creyendo que es la mejor idea del mundo.

 

Pero nada de esto es nuevo. Lleva ocurriendo desde hace siglos. Llevan gobernando los mismos desde hace mucho. Por ejemplo, en España ahora tenemos el régimen del 78. Pero antes hubo el régimen de Franco. Y los dos son la misma cosa y el miso régimen: son el régimen pero con dos nombres distintos. Y antes que esos dos nombres, el régimen, el Estado, tuvo otros nombres. Pero nunca dejó de ser el régimen. Y el régimen y el Estado son quienes están detrás de él, de ello y de los izquierdistas. Y el propio Estado. Por supuesto.

 

La ultraderecha ya venía infiltrada del régimen de Franco. El régimen de Franco era el régimen de una manera bastante explícita. Pero no totalmente explícita. El régimen del 78 es el régimen pretendiendo no ser el régimen de una manera explícita. Así, tenemos que los ultraderechistas son guiados cual rebaño por un grupo de pastores. Lo mismo que los izquierdistas. La diferencia está en que el rebaño de izquierdistas es muchísimo más grande. Sin contar, por supuesto, los borregos de sus votantes.